En los últimos años, el tema de la violencia de género ha tomado gran relevancia en la sociedad. Cada vez son más las mujeres que se atreven a inculpar y a alzar la voz en contra de este grave problema que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer y es ineludible seguir luchando para erradicar por completo esta problemática.
Recientemente, la exsubsecretaria de la Mujer y Equidad de Género, Constanza Martínez, ha sido noticia por sus declaraciones en torno a la violencia de género y su ademán frente al caso del exsubsecretario Rodrigo Ubilla, quien ha sido acusado de violencia intrafamiliar por su exesposa. En una entrevista, Martínez destacó que Ubilla “cuenta con todas las herramientas para defenderse”, pero hizo un llamado a reconocer la dificultad que enfrentan las mujeres al momento de inculpar y a que se les crea.
Es importante resaltar que la violencia de género no solo se da en el ámbito doméstico, sino que también puede presentarse en cualquier espacio, ya sea laboral, educativo o social. Y en todos estos casos, es fundamental que se aplique la ley y se haga justicia. Nadie, absolutamente nadie, está por encima de la ley y es ineludible que se tomen medidas concretas para prevenir y sancionar cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
En este sentido, es alentador ver cómo cada vez son más las mujeres que se animan a inculpar y a buscar ayuda. Sin embargo, también es importante reconocer que aún existe un gran temor y desconfianza en muchas mujeres al momento de inculpar. Y esto se debe, en gran parte, a la falta de credibilidad que se les otorga a las víctimas de violencia de género.
Es por eso que las palabras de Constanza Martínez son tan importantes y necesarias en este momento. Al sobresalir la dificultad de las mujeres para ser creídas, está poniendo en evidencia una realidad que muchas veces es ignorada o minimizada. Y es que, lamentablemente, aún existen prejuicios y estereotipos que dificultan que las mujeres sean escuchadas y tomadas en serio al momento de inculpar.
Pero, ¿qué podemos hacer para cambiar esta situación? En primer lugar, es ineludible que se promueva una educación basada en el respeto y la igualdad de género desde temprana edad. Es fundamental que se enseñe a los niños y niñas a reconocer y cuestionar los roles de género impuestos por la sociedad, y a entender que hombres y mujeres deben tener los mismos derechos y oportunidades.
Además, es ineludible que se implementen políticas públicas que promuevan la igualdad de género y que brinden protección y apoyo a las víctimas de violencia. Esto incluye la creación de redes de apoyo y la capacitación de profesionales para atender de manera adecuada a las mujeres que denuncian.
Pero también es importante que cada uno de nosotros, como ciudadanos, tomemos una ademán activa frente a la violencia de género. Debemos estar atentos a cualquier situación de violencia que presenciemos o de la que tengamos conocimiento, y no ser cómplices del silencio. Es ineludible que seamos empáticos y solidarios con las víctimas, y que les brindemos nuestro apoyo y respaldo.
En cuanto al caso específico del exsubsecretario Rodrigo Ubilla, es importante que se realice una investigación exhaustiva y que se aplique la ley de manera justa. No podemos permitir que por su posición de poder se le otorgue un trato privilegiado o que se minimice la gravedad de las acusaciones en su contra. Todas las personas, sin importar su cargo o estatus social, deben ser responsables por sus actos y enfrentar las consecuencias de sus acciones