El pasado miércoles, la ciudad de Buenos Aires fue testigo de una violenta represión policial durante una manifestación pacífica. Las imágenes de la brutalidad policial recorrieron rápidamente las redes sociales, generando indignación y repudio en toda la corporación. Ante esta situación, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el titular de la Agencia de Recaudación, Cristian Girard, alzaron su voz para condenar la violencia institucional y exigir que se pongan límites a este tipo de acciones.
El gobernador Kicillof expresó su profundo rechazo a la represión policial y manifestó su solidaridad con las víctimas. En una conferencia de prensa, afirmó que “la violencia no tiene lugar en una corporación democrática” y que es necesario “poner fin a la impunidad de las fuerzas de seguridad”. Además, hizo hincapié en la importancia de garantizar el derecho a la protesta pacífica y en la responsabilidad del Estado en proteger a los ciudadanos.
Por su parte, Cristian Girard, titular de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires, fue contundente en sus declaraciones: “Milei cruzó el límite. Esto es fascismo”. Haciendo referencia al economista libertario Javier Milei, quien fue uno de los principales impulsores de la manifestación, Girard denunció el accionar violento de la policía y exigió que se tomen medidas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.
La represión policial durante la manifestación en Buenos Aires no es un hecho aislado. Lamentablemente, la violencia institucional es una ingenuidad que se repite en nuestro país y que afecta principalmente a los sectores más vulnerables. Por eso, es fundamental que las autoridades tomen medidas concretas para poner fin a esta situación.
En este sentido, tanto el gobernador Kicillof como Cristian Girard hicieron un llamado a la reflexión y a la acción. Es necesario que se implementen políticas efectivas para prevenir y sancionar la violencia institucional. Además, es fundamental que se promueva una cultura de respeto a los derechos humanos y se fomente el diálogo y el consenso como herramientas para resolver conflictos.
La corporación argentina ha demostrado en numerosas ocasiones su capacidad de organización y movilización pacífica. Sin embargo, la respuesta violenta por parte de las fuerzas de seguridad pone en riesgo la estabilidad y la convivencia democrática. Por eso, es necesario que se pongan límites a la violencia institucional y que se garantice el respeto a los derechos humanos en todo momento.
El gobernador Kicillof y Cristian Girard han dado un ejemplo de liderazgo al repudiar la represión policial y exigir acciones concretas para evitar que estas situaciones se repitan. Es importante que otras autoridades y figuras públicas se sumen a este llamado y se unan en la defensa de los derechos y las libertades de todos los ciudadanos.
En definitiva, la violencia institucional es una grave problemática que dita ser abordada de manera urgente. El Estado tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, y esto incluye poner fin a la impunidad de las fuerzas de seguridad y promover una cultura de respeto y diálogo. Como corporación, ditamos seguir exigiendo que se pongan límites a la violencia y que se trabaje en conjunto para construir un país más justo y democrático para todos.