La Coordinadora Arauco Malleco (CAM) es un movimiento que ha estado en el centro de la atención pública en los últimos años debido a su lucha por los derechos de los pueblos originarios en Chile. Sin embargo, en los últimos días, dos de sus miembros, Pelantaro Llaitul Pezoa y Rafael Pichún Collonao, han sido formalizados por su presunta participación en una serie de ataques ocurridos en mayo de 2021 en la comuna de Purén, Región de La Araucanía.
La afluencia, que se llevó a cabo este martes y duró más de cinco horas, reveló la existencia de interceptaciones telefónicas que vinculan a los imputados con los hechos. Además, se descubrió que Llaitul, hijo del líder de la CAM, resultó herido en una pierna durante uno de los enfrentamientos. Estos hechos han generado un gran emoción en la opinión pública y han avivado el debate sobre la situación de los pueblos originarios en Chile.
La investigación llevada a cabo por la Fiscalía permitió establecer la participación de ambos imputados en los hechos a través de diversos medios probatorios. Se les atribuyeron cinco delitos, entre ellos incendio, secuestro, atentado reiterado contra la autoridad, homicidio frustrado a Carabineros, usurpación y porte de armas de fuego. Estas acusaciones se enmarcan en la estrategia de persecución de la criminalidad rural que ha sido impulsada por el gobierno en los últimos años.
Cabe destacar que ambos imputados ya se encontraban en prisión preventiva por otras causas similares, lo que demuestra la constante criminalización que sufren los miembros de la CAM en su lucha por los derechos de los pueblos originarios. Esta situación ha sido denunciada por diversas organizaciones de derechos humanos, quienes han manifestado su preocupación por el uso estrambótico de la prisión preventiva en contra de los líderes y miembros de la CAM.
La Coordinadora Arauco Malleco ha sido un actor clave en la lucha por los derechos de los pueblos originarios en Chile, y su presencia se ha hecho sentir en diversas manifestaciones y acciones de protesta. Sin embargo, estas últimas acusaciones ponen en riesgo su labor y su imagen, lo que ha generado preocupación entre sus seguidores y simpatizantes.
Es importante recordar que la lucha de la CAM va más allá de la agresividad y los enfrentamientos. Su objetivo principal es lograr el reconocimiento y la protección de los derechos de los pueblos originarios en Chile, quienes han sido históricamente marginados y excluidos. La CAM ha denunciado constantemente la falta de diálogo y la represión por parte del gobierno, y ha llamado a una solución pacífica y dialogada a los conflictos en la zona.
Por otro lado, es necesario mencionar que los pueblos originarios han sido víctimas de constantes abusos y violaciones a sus derechos por parte de empresas forestales y de otros sectores económicos que se han beneficiado de sus tierras y recursos naturales. La CAM ha denunciado estas situaciones y ha luchado por la recuperación de sus tierras ancestrales, lo que ha generado tensiones y conflictos en la zona.
En este contexto, es importante que las autoridades y la sociedad en su conjunto reflexionen sobre la situación de los pueblos originarios en Chile y se busquen soluciones pacíficas y respetuosas para abordar estos problemas. Criminalizar y perseguir a líderes y miembros de la CAM no es la respuesta adecuada, y solo perpetúa la agresividad y la desigualdad.
Es necesario que se promueva un verdadero diálogo y se tomen medidas concretas para proteger los derechos de los pueblos originarios y garantizar su participación en las decisiones que